PARA COMPARTIR
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
PARA COMPARTIR

Cada vez hay más personas que han demostrado que las enfermedades están totalmente relacionadas con las emociones y que cada enfermedad está asociada a una forma determinada de ser, mostrándonos una parte de nuestra conciencia que está en desequilibrio.
 
ÍndiceÚltimas imágenesBuscarRegistrarseConectarse

 

 Hecho Consumado

Ir abajo 
AutorMensaje
Admin
Admin



Cantidad de envíos : 11
Fecha de inscripción : 20/03/2008

Hecho Consumado Empty
MensajeTema: Hecho Consumado   Hecho Consumado Icon_minitimeDom Mar 23, 2008 12:40 pm

Hecho
Consumado

Por Alejandro Ariza

Lo que pasó..., pasó, y debes dejarlo atrás. Ahí es a donde pertenece. Y no
intentes arrancarle al tiempo lo que le pertenece de suyo. Esto lo podrás hacer
cuando te des cuenta que tú estás mucho más allá del tiempo, cuando no te
identifiques con él. Y una sana actitud es entender y aceptar cabalmente esto.
De hecho, ese entendimiento es origen de liberación y de paz. La agresión que
recibiste hace poco tiempo, es un hecho consumado; la noticia e información
deplorable que recibiste hace algunos días, es un hecho consumado; el robo que
se te cometió hace algunas semanas, es un hecho consumado; el problema familiar
que sufriste hace algunos meses es un hecho consumado; la separación que
viviste hace años es un hecho consumado. De hecho, el dolor que experimentaste
hace unos cuantos minutos, ¡es un hecho consumado! ¡Y un hecho consumado es
algo que ya terminó! Sólo cuando dejes ese hecho en el lugar al que pertenece,
el pasado, ahí donde terminó, podrás liberarte para vivir
en paz tu presente, que de hecho, es lo único que realmente tienes, ese
minúsculo momento llamado presente. Aunque por más minúsculo que sea, resulta
ser la entrada para fundirnos con el Todo. Y esa minúscula entrada siempre está
colmada de paz.

Un hecho consumado, un evento que ya terminó, ya no tiene mayor importancia, ya
no tiene vida propia, por decirlo de alguna manera... salvo que tú decidas
volverle a conferir vida! Le conferimos vida a un hecho consumado cada vez que
volvemos a enfocar nuestra mente en él, cada vez que volvemos a hablar de él,
cada vez que lo evocamos. Si el hecho no fuera observado por nosotros, dejaría
de tener vida. ¡Somos dadores de vida mediante nuestra observación! Si estamos
hechos a imagen y semejanza de Dios, he aquí una gran semejanza. Damos vida a
aquello en lo que elegimos enfocar nuestra mente.

Voy a cumplir aproximadamente 13 años de estar dando terapia desde que salí de
la facultad de Medicina. Y en estos años lógicamente he podido consultar a una
enorme cantidad de pacientes con depresión, angustia, ansiedad. Y una de las
revelaciones más impresionantes que la vida me ha permitido observar en mi muy
particular práctica profesional es que todos los que se sienten tristes,
ansiosos, preocupados o decepcionados, suele ser por un hecho consumado pero
que por decisión propia no permiten que se consuma del todo, recordando una y
otra vez aquello que les causó dolor o pena. El hecho ya pasó, ya terminó hace
mucho, mucho tiempo, pero ellos siguen dándole vida con la fuerza de su
pensamiento en la propia elección de volverlo a recordar. Es como si hubiera
existido alguien que se dedicó a hacerte mucho daño como su único objetivo,
pero afortunadamente ya murió..., pero para tu sorpresa (y la de muchos a tu
alrededor) luego tú mismo(a) lo que intentas todos
los días es revivir al muerto. Y lo puedes lograr, que es lo peor.

Con toda la subjetividad que pueda tener mi muy particular punto de vista en mi
experiencia como terapeuta, puedo comentar un poderoso ejemplo para que comprendamos
aún más este fenómeno: es el caso de un matrimonio donde él le fue infiel a
ella en una ocasión. El hecho para nuestra cultura y tiempos, sin duda alguna,
es fuerte, doloroso y muy delicado. Si ella decide perdonarlo y continuar la
relación será un beneficio para los dos. Y posiblemente él, luego de la
tremenda confrontación y dolor, no vuelva a ser infiel nunca. Pero ahora el
dolor originado por la conducta de él, migrará su origen a la mente de ella.
Luego del hecho consumado, sólo los pensamientos de ella serán la fuente de
dolor. Ella nunca volverá a ser feliz si sigue dándole vida a un hecho
consumado, una y otra vez, con cada recuerdo que ella elija tener de aquella
infidelidad. Y ese será su infierno. Casi me atrevería a decir que su infierno
no será lo que él hizo, sino lo que ella constantemente
recuerde. Salir o entrar al infierno no dependerá de lo que él haga o deje de
hacer, sino sola y exclusivamente de ella decida pensar un día tras otro, de
que decida entender que ya fue un hecho consumado, o le quiera seguir dando
vida. Insisto, ya él nada tendrá que ver en la felicidad y confianza que ella
pueda tener, sino sólo y exclusivamente ella mediante sus pensamientos.

Recuerdo que a una de mis pacientes le explicaba esto y simplemente no lo aceptó
tan fácilmente. Tengo la teoría de que esta negación es hasta cierto punto
entendible ante la apabullante responsabilidad que caía solamente en ella
misma, en nadie más. Y tener tantísima responsabilidad sobre uno mismo, resulta
extremadamente difícil de aceptar para la mayoría del común de los mortales.
Hay que prepararse con Nueva Conciencia para saberse el único responsable de lo
que uno mismo vive. El único. Me acuerdo que esa señora me decía que por más
que me quería entender en mi planteamiento de Nueva Conciencia, simplemente no
podía. Que desde aquella infidelidad ella sufría cada vez que él salía de viaje
o muchas veces incluso aquí en la ciudad, afirmando que él era el origen de su
desdicha. Parte del diálogo en mi consulta fue así:

- "Señora, la desdicha que hoy usted siente es sólo por los pensamientos
que usted elige tener, no por lo que él hizo hace tanto tiempo".

- "¡Ah! Ahora usted doctor me quiere hacer sentir que además de desdichada
soy una tonta, porque yo misma me genero la desdicha con mis propios
pensamientos, ¿O qué?".

- "Usted es enteramente libre de sentir lo que quiera, interpretando mis
palabras como más le plazcan. Yo sólo he dicho, y afirmo, que su desdicha tiene
origen en sus propios pensamientos, en lo que usted elige pensar".

- "Le quiero entender doctor... pero... a ver... estos pensamientos no
hubieran existido en mi mente si él no hubiera sido infiel! ¡¿Qué me dice a
esto doctor!? No soy yo, fue él el que generó mi pensamiento" .

- "Sí, efectivamente fue él quien generó el pensamiento, pero es usted
quien decide mantenerlo"

Se hizo un silencio, que terapéuticamente yo decidió alargar. Para luego
continuarle diciendo:

- "Tiene usted toda la razón. Toda. Sin embargo, hoy, en esta consulta no
se trata de ver el origen de su pensamiento, sino el de su desdicha.
Efectivamente lo que él hizo le generó un pensamiento a usted. Pero eso ya
pasó. Y ahora, usted es la que elige recordarlo una y otra vez, y ahí, en ese
preciso aspecto, usted es la única responsable de su desdicha. Por eso la
invito a cambiar el pensamiento y le cambiará la vida".

La señora aún con terapia, se mostraba renuente y desconfiaba constantemente de
su marido, entonces le recomendé dejarlo y separarse de él para siempre. Así de
fácil y sencillo para volver a unirse con la paz y confianza que había perdido.
"¡Ah! Eso no me gustaría. Ahora dejarle el camino libre a la otra o a él,
eso no. Si sufro, que él también sufra!". Esa fue su respuesta. No lo
quiere dejar, pero tampoco es feliz con él. Entonces, la gente sufre por
elección propia, al no decidir un cambio o de vida o de pensamiento.

No hay más opciones de cambio. O cambias de pensamiento o cambias de vida
(dejar a tu pareja y cambiar a otra, cambiar de lugar de residencia, cambiar de
trabajo, etc.). La fuerza para hacer estos cambios la sacarás de la medida que
tengas en tu deseo para ser feliz. Qué tan feliz estés dispuesto a ser, será la
medida en la que te decidas a hacer cambios. Y uno de los más poderosos está en
aceptar y comprender que un hecho consumado es algo que ya terminó, y dejémoslo
acabado.

Ahora bien, si una vez luego de haber logrado liberarse mediante el poder dejar
atrás un hecho consumado, si se volviera a repetir, otra sería la historia.
Para seguir con el ejemplo, si la señora hubiera logrado dejar atrás lo que ya
fue, dejar un hecho consumado, y así lograra liberarse y volver a la paz..., si
luego de todo esto, él volviera a ser infiel, entonces ya es otra historia, no
se trata de otro hecho consumado, sino de valorar querer vivir con alguien
infiel por naturaleza o no. Y así, sin pleitos ni arrebatos, sin venganza ni
agresión, basta con decidir ser feliz para que ahora en vez de cambiar de
pensamiento, la invitación que la vida nos da es a cambiar de vida. No podemos
ir por ahí esperando que el otro o la otra sean como nosotros queremos que
sean. Lo que he visto es que la gente es como es porque así es,
independientemente de nuestra opinión. Entonces, sólo hay que elegir bien con
la información que los hechos nos proporcionan, y seguir
adelante con el cambio que sea necesario para nuestra propia felicidad. Punto.
Así de fácil, si realmente se quiere ser feliz y vivir en paz.

Para dejar que un hecho consumado, realmente se consuma en su totalidad, es
decir, para dejar que lo que pasó realmente pase y deje de tener importancia en
nuestras vidas, he encontrado dos estrategias, una externa a nosotros y otra
interna:

1) Que pase el tiempo. Esta estrategia es externa a nosotros pero aún así nos
ayuda tremendamente. Sólo al pasar el tiempo, siempre y cuando no se vuelva a
generar el origen del dolor, se irá desvaneciendo la importancia que dimos al
evento aquel. Por eso se dice tan atinadamente que no hay mal que el tiempo no
cure. Hay mucho de razón aquí. Entonces, no nos queda más que esperar. El paso
del tiempo trae su propio bálsamo revivificador y fortaleciente.

2) Que metamos otros pensamientos positivos a nuestra mente. Es decir, además
de que pase el tiempo, pongamos atención a lo que hacemos en ese tiempo. Esta
es una estrategia interna a nosotros. He observado en forma impresionante que
mucha gente sufre un problema, no por el problema mismo, sino porque no hay
otra cosa en su cabeza más que el problema! Tienes que dedicar tiempo a meter
información nueva a tu mente, una información totalmente diferente a lo que
estás viviendo, y que te eleve el alma, que te renueve el espíritu. Y esa
decisión está en ti. Leer libros que te dejen algo positivo en tu vida, asistir
a eventos que generen alegría y dicha en tu experiencia como humano, realizar
algún deporte y enfocar tu mente en el placer de esculpir tu cuerpo, conversar
con alguien interesante que te deje siempre un exquisito sabor de boca y alma
en su conversación, ver programas de televisión que te hagan reír y divertirte,
etc. En una palabra: meter a tu mente
"algo más" y que sea enriquecedor, que sólo el problema que crees
tener. Te repito, la magnitud del problema no está muchas veces en el tamaño
del mismo, sino en que no hay nada más dentro de tu cabeza y por eso se percibe
tan grande. Pero verás que en cuanto metas más información a tu cabeza, la
comparación se empezará a suceder y el problema lo percibirás mucho más
pequeño, en tamaño e importancia. Además, recuerda: tú eres más grande que tus
problemas. Sólo hay que recordar (o aprender) quién eres realmente, y esa es un
tipo de información que te estoy recomendando en este punto.

Hay muchos ejemplos que comentar en esta recomendación que tuve el impulso de
escribir hoy. Pero el mensaje central es que un hecho consumado debes dejarlo
así, terminado. La forma más poderosa para lograr esto es perdonar. Y perdonar
no significa olvidar solamente, sino soltar un juicio que has hecho sobre un
acto pasado y soltarlo de tu corazón. La idea de un juicio te hará esclavo de
tu propia sed de venganza. Deja el juicio y comprende que muchas veces en la
vida no hay justicia, sino amor para perdonar cualquier injusticia. Y al
perdonar, se abre el camino para seguir o para separarse y amorosamente
permitir que cada quien siga por su propio camino. Cualquiera que sea la opción
que elijas, te hará sentir liberado, en paz y dueño de tu propia vida con una
gran... ¡Emoción por Existir!

Alejandro ArizA.

PD: Si has hecho algo en tu vida que no te gusta más o que en verdad te
arrepientes. .. simplemente déjalo de hacer. Y ya. Listo. Bienvenido a una
nueva vida! Recuerda: La vida es hacia adelante.

Alejandro Ariza:



Volver arriba Ir abajo
https://paracompartir.activo.mx
 
Hecho Consumado
Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
PARA COMPARTIR :: Opiniones Generales :: Libros Recomendados, textos,...-
Cambiar a: